Tan solo contigo y tan solo sin ti.

 
Estoy tan solo esta noche sin ti...
que me alejé de mi alma en este absurdo de perderme y perderte
cuando la riqueza del recuerdo imborrable de un beso al mirar tus ojos
es la única imagen que endulza levemente esta carga de amarga soledad.

Estoy tan solo esta noche sin tu sonrisa...
Ya no hay momentos en los que los sonidos parezcan música
y las sonrisas se tornen melodías compuestas por el corazón
que ahora solo tiene demasiados tiempos pasados que recordar
y tan pocas ilusiones que acariciar al oscurecer de la vida.

Estoy tan solo esta noche sin tu mirada...
que solo reconozco de mi mismo la cortina negra de mis párpados
que se cierran para buscarte en el centro de mi oscura poesía.
Sé que no estas lejos de mi deseo, pero tan lejos de mi verdad
tan alejada de esos momentos de años adolescentes que divagan
en que me hubieras pedido mil veces que te llevaras tan lejos
y nunca lo hiciste.

Imprevisibles momentos aquellos, que quisiéramos volver a vivir 
para ajustar el destino travieso a lo que hoy no logró ser
pero que han quedado tan lejos y tan borrosos para tanto amor.
No comprendiste jamás que mi amor era de esos que no se calculan
de esos que mezclan la piel y la sangre y entregan la vida
esa vida mía que jamás quisiste al lado de la tuya.

Estoy tan solo en esta pesadilla sin tí
¿Cuántas horas le quedarán a esta noche de eterna soledad?
¿Será que la única forma de borrarte es borrarme yo para siempre?
Desaparecer tu recuerdo es tan difícil como seguir existiendo
y sin embargo aquí sigo, viviendo un hermosa vida de mentiras
que mi corazón no reconoce ni entiende.

Tan solo me siento esta noche al recordarte amor mío, 
a pesar de que ningún amor para tí tengo en mi cajon de alegría.
Tantos son los deseos de tenerte y tanto el miedo de perderme
en la infinita excusa de tu cruda indiferencia a mi realidad,
por la que siempre sin duda quien gana es el eterno miedo a ti...

A ti que me enseñaste lo profundo y real de un amor eterno
justamente a ti por quien sufrí tantos años soñandote solo,
a tí a quien encontré después para amarte como un rayo eterno de vida
y justamente a ti quien me decepcionó, desmotivó y cansó así tanto.

Si, justamente dedico esta poesía indecisa de amor y resentimiento
a quien después de todo sin saber porqué, ni como, ni hasta cuando,
seguiré amando y extrañando eternamente.

Triste adiós

¡Triste adiós!

Que triste recordar todas esas cosas que pasaron 
y no sabremos si nunca debieron haber pasado, pero pasaron...
Los besos, esos lentos que te dí aquella tarde, 
los que te hicieron temblar como nunca en mis brazos, 
esos que te hicieron llorar y esos que lograron tu extasis
sin más roce en tu piel que el de mis manos adorando tu abrazo
y mis labios jugando a besarte como nunca habríamos amado,
como nunca jamás amaremos nuevamente...

Llegé de nuevo para irme de otra vez para siempre,
con la misma decepción de amarte tanto y jamás amarte libremente.

Pero esta vez te hice sentir lo que habías perdido,
las miles de locuras que mi maldito tiempo supo crear por tí,
lo eternamente enamorado y ciego que siempre he estado 
por esa insana pero arrasadora locura que hay en tus gemidos
en la sonrisa hermosa de niña enamorada que nunca has perdido,
en el brillo oculto a todos menos a mí de tus verdades.

Yo siempre supe lo que ahora ya sabes después de tanto amor, 
que tu piel, tu locura y tus verdades son mías como lo eres tú,
y que te pertenezco hasta el últimos de mis día como me perteneces,
tan dentro de la excelsa locura de lo imposible que fuimos,
de lo que jamás seremos, de lo que nunca fue ni será.

Adios eterna amada, en la hora de lo imposible te sigo amando,
aunque conozco que ya no puedo seguir sufriendo viéndote sufrir
por un amor que siempre ha sido a pesar de nunca existir
y seguirá existiendo aún a pesar de que ya nunca será.

Adios amada y transparente niña mía.