Mis dedos se convierten en pinceles
que cruzan el lienzo de tu espalda
y con caricias multicolores de vida
ávidos de crear imágenes en tu mente...
Y mis labios moldean tu piel blanca
entre besos y mordiscos le dan forma
cual arcilla de un tiempo infinito
resbalan jugando mi lengua y la tuya.
Y voy tallando tus partes más deseadas
con el cincel de mi insaciable deseo
golpeando fuerte para forma y volumen
golpeando despacio para sentirte mía
y al tiempo tus gemidos y suspiros
escriben la partitura de un concierto
en donde los ángeles tocan violines
anunciándonos la entrada al cielo...
y entonces se siembra así la semilla
en estos pobres versos del recuerdo
que no alcanzarán jamás en su arte
a expresar el significado imponente...
...del maravilloso arte de amarte.
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