Eres...
La ilusión que llega cuando se pensaban bajar las velas
y te impulsa a continuar el camino, con la fuerza del joven
y la experiencia de quien ha vivido.
Eres...
la sonrisa que me toca el alma y llevo tatuada en el pecho
junto a todas las cosas que has vuelto a encender ahora
que quiero vivir y compartir contigo.
Eres...
La tormenta a la que no le tengo respeto y quiero vivir
sin miedo a la inestabilidad de tus días y tus quereres
porque ya establecí que mi vida debe ser junto a tí.
Eres...
La razón para buscar en mi baúl de ánimos viejos y de antes
razones miles para volver a luchar como al principio
por esta vida que siempre he querido vivir...
Eres...
El recuerdo de esa piel blanca que de mi dedos no se borra
la visión de los besos más hermosos que he vivido
el éxtasis de mujer que no me cansaré jamás de ver...
Eres...
El motivo de mi sexualidad y excitación aunque no estés aquí,
la razón por la que quisiera hacerte el amor hasta el final
sin pausa ni tregua, sin tiempo, sin prisión...
Eres...
La felicidad, la tristeza, la vida misma encerrada en esos ojos
el secreto de un eterno buscar tu boca en las memorias
para encontrarte cuando ya nunca imaginé que serías mía
Eres...
El regreso de las millones de razones que en mi vida me piden
sin el menor temor al futuro aunque pueda ser oscuro
que nunca deje de pedirle al insólito destino
la oportunidad de vivir hasta el final contigo.
Eres...
...eternamente transparente.
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