Recuerdo, sí recuerdo que hace casi media
vida
que con el alma destrozada en trozos y jirones
me alejé del puerto seguro de tu amor perdido
para embarcarme en un navío cualquiera sin
rumbo
para empezar otras historias y otras vidas...
Y alcé las velas al viento orgulloso y
generoso,
y dejé que el azar decidiera mi nuevo destino
llevándome quizás a donde pudiera simplemente
olvidar, olvidarme y olvidarte para siempre
y empezar a escribir y forjar otras memorias...
Y escondí el ingenuo lápiz de mis poesías
como quien oculta un arma peligrosa y mortal
tratando de evitar quizás su propio suicidio.
Dejé atrás los sueños y las viejas ilusiones
y llené el corazón de nuevas aventuras...
Partí hacia mundos y lugares increíbles,
hacia tantas experiencias y placeres nuevos
como la misma vida quiso poner en mi camino.
Amé, quise y sentí tanto como mis sentidos
dejaron que amara, quisiera y sintiera...
Pretendí destrozar tu recuerdo tantas veces
pero ante la imposibilidad de destruirlo
decidí esconderlo en ese lugar de la mente
donde se esconden los secretos vergonzosos
y se guardan también los miedos más
atroces...
Y en momentos llegué a confundir tu boca
con otra boca, y tu cuerpo con otro cuerpo,
en la desesperación de regresar a un puerto
que solo existía en mis oníricas ilusiones
de joven un poco loco y enamorado de la vida...
Y el tiempo me llevó a tantas cosas nuevas,
momentos dolorosos, felices e inolvidables,
tantos ratos en los que el alma se embriaga
y pareciera que ha olvidado y superado todo
y las pérdidas no se sienten herir
tan dentro...
Pero a ratos tu olor regresaba bien escondido
dentro de una frase o en una vieja canción
y la vida jugaba a ganarme en la nostalgia
arrastrándome como siempre a imaginarte
mía
y a pensar sin querer en "¿cómo hubiera
sido...?"
Pasaron muchas lunas nuevas y los planetas
continuaron su lenta danza alrededor del sol
mientras la vida me forjaba en su crisol
y hacía de mi otro hombre, padre y amante
dibujando mi rostro con arrugas de
experiencia...
Iluso, llegué a creer que había superado tu
amor,
y mis derrotas y victorias me dieron esa fuerza
para enfrentar de nuevo tu recuerdo y vencerlo
y tomarlo como una más de mis pasadas
vivencias
para lanzarlo al olvido como quien lanza
cenizas...
Y la vida, la misma que juega al azar con
nosotros,
me llevó hasta ti, quizás de la forma menos
esperada.
Y en mi ilusión de haberte derrotado en tu
recuerdo
quise explicártelo y mostrarte mis fatuas
preseas
junto a mis glorias, mis logros y mis
murallas...
Bastaron tus palabras cargadas de cariño
guardado,
para hacer que mi orgullo, mis logros y
murallas
volaran en enormes remolinos como arena al
viento
y el instinto descubrió ocultos en un rincón
del alma
los recuerdos indestructibles de aquel gran
amor...
Y volvió a latir impulsivamente como antes el
corazón
al ver de nuevo tu rostro sonreír igual
que antes.
Y tus historias me besaron y adornaron el alma
herida
haciendo temblar de deseo mi cuerpo y mis
labios viejos
tan solo de imaginar ahora tus besos nuevos...
Y toda esa nostalgia que casi me volvió
demente
por un "¿cómo habría sido?" o un
"¿qué sería si...?"
se tornó en la simple pregunta: ¿Y cómo será
amarla?
Porque el escondido recuerdo explotó como
metralla
cargando el alma de resurrectos deseos y
suspiros...
Y la vida pasada mostrose como la estela del
barco
que me llevó a tantos mares y tantas
historias,
y como estela se deshizo al continuar en tu
rumbo
en el mar que voluptuoso la borra, la deshace y
cambia
aunque jamás haya podido deshacer nuestro
amor...
Recuerdo, sí recuerdo que hace casi media
vida
que te he estado esperando aunque lo haya
negado,
y si la vida me ha traído de nuevo a
tu puerto
a curar heridas y besarnos como locos el
alma...
¿Quién soy yo para negarnos este sueño amor
mío?
No hay comentarios:
Publicar un comentario