Ya no regresan los sueños en los que te perdía
y no despierto sintiéndome culpable por amarte
tú has regresado a mi vida inesperadamente mía
y ahora solo tengo sueños hermosos que
contarte...
No pude rescatar tu rostro del tiempo corrosivo
por más esfuerzos vanos en tratar de
recordarte
se me escapaba en el tiempo tu olor tan
adictivo
y tu sabor regresa ahora a mi boca al
adorarte...
Te sentí mujer mía temblar en mi ser
nuevamente
tú que estabas tan lejos y te hacía tan
distante
ahora de deseo tiemblas en mi pecho irreverente
y mojas todo mi rostro con tu lengua
desafiante...
Ya no necesito esconder tu recuerdo en mis días
ni llenar de pinceladas abstractas mi vida loca
ahora te tengo como quien tiene un don preciado
no necesito inventarte ni besarte en otra
boca...
Ya llegué al final del camino en el que te
perdí
y solo me resta amarte por el resto de la vida
porque estabas esperándome hacía tantos
versos
para pagar la deuda por tanto tiempo
contraída...
Mía, eres ya mía, tú de las imposibles
fantasías
la que jugaba con mi vida y la suya sin saberlo
la que me encendía de celos hasta la mayor
locura
esa que me hacía latir y que perdí, es ahora
mía...
Tuyo, soy tuyo hasta el sentimiento más
profundo
el joven poeta que por tu amor perdía el
sentido
ese que penitente te amó hasta el fin del
mundo
ese que perdiste en tu inocencia, es ahora
tuyo...
Y nos queda ahora vivir un amor nuevo y fuerte
nos quedan años de posibles y bellas fantasías
nos quedan por cantar miles de nuevas melodías
nos queda amarnos hasta más lejos de la
muerte.
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