Y pasaremos decididos el punto de no retorno...
dejaremos atrás el pudor, el miedo y las
preguntas,
para entrelazar los cuerpos en la misma
historia
y cruzar así el límite de la cordura y la
realidad.
Y atravesaremos las aguas turbulentas del
deseo,
expirando uno sobre el otro nuestro éxtasis de
vida
de las miles de cosas que en la piel no pudo
decir
al rozarnos de caricias hechas con los labios
desnudos.
Y será sentirnos fundidos ambos en el mismo
cuerpo,
mientras temblamos de exceso de amor contenido
por besos que posarán nuestros labios en lo
oculto
y remendarán las heridas de pasados
infortunios.
Seguro no olvidaré jamás los cánticos de
ángeles
que resultarán ser tus hermosos gemidos de
hembra
poseída por mi amor poseso, extravagante y
sutil
y en tu placer descubierta por mi loca
curiosidad.
Enfrentaremos la furia, la paz y hasta la vida
misma
y convertiremos todo eso en un extenso libro de
amor
escrito con flujo de mujer en mis manos
sedientas
que de tu cuerpo como premio de conquista
tomaré.
No podremos dominar el deseo de amarnos tanto
almacenado en cada te quiero que dijimos al
tiempo
yo podré jamás olvidar ni un instante de esa
gloria
ni uno solo de tus gestos al sentirme invadirte
la piel.
Y quedarán grabados a fuego lento en mi vieja
memoria
cada instante, cada embestida, cada gota de ti
amor
como recordé tul nombre amado para siempre
Rita,
y guardé en el alma la más dulce de las
ilusiones.
En tu boca podré sentir lo que soy capaz de
desearte
lo que soy capaz de olvidar y dejar atrás de
mí,
y hasta la muerte no se ve ya tan negra y
siniestra
cuando pienso en que valdría la pena morir por
ti...
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