Poema #6 (09/03/2013) Para ti

No puedo ya regresarte tanto tiempo perdido,
ni traer las caricias y sonrisas extraviadas
que soñamos solos y cerca del alma no tuvimos
y en la espera agónica se esfumaron cansadas.
 
Daría lo que tengo pero ya sé que no bastaría
para con esa experiencia que nos dio la vida
recorrer de nuevo lo que no recorrimos jamás
y no dejar nunca que la tristeza te secuestre.
 
Pero definitivamente no puedo, no podemos amor,
porque el tiempo es el juez más cruel de todos
sus sentencias son inapelables e indiscutibles
y nos sentenció a estar muertos todo ese tiempo.
 
Pero por si no te has dado cuenta aún amada mía
vamos saliendo de la cruel celda de silencio y olvido
hemos cumplido la condena de estar tan alejados
para encontrarnos y besarnos de colores el alma
 
Y nos toca remendarnos la piel y los suspiros
llenándonos del milagro de un amor que no murió
nos toca besarnos una a una todas las heridas
cubriéndolas bajo el hechizo mágico del corazón
 
Es hora de empezar desde el final otro principio
de lavar la piel con caricias del cariño posible
y complacer los deseos de nuestro amor indomable
que a pesar del tiempo desalmado, no se doblegó.
 
Es el momento de tocarnos sin pudor y sin miedo
con millones de "te amo" que quedaron sin decir
con miríadas de sonrisas que esperan por salir
y decirnos tanto, solo mirándonos sin decir nada.
 
¿No te das cuenta niña mía que es hora de sentir
otra vez el amor bonito, ese que te hace vibrar
ese amor te hace sonreír sola sin saber porque,
que no duele y revive como primavera en el alma?
 
Sí hermosa mujer mía, es hora de sentir de nuevo
hay que disipar poco a poco toda esa vieja tristeza,
dejar el dolor atrás y enamorarse de la vida misma
olvidando los errores y lo que nunca podrá ser.
 
Dame tu tristeza, y permíteme llevarla encima por ti
Quiero liberarte de esa carga por siempre mujer mía
que veas la emoción del que te ama rebosarte el mundo
de nuevas historias, caminos y verdades para luchar.
 
Vamos a querernos como antes nos quisimos y más
uno en la piel del otro, y jamás volveremos a sufrir
porque el amor nos libera ahora de todos los errores
y nos pide a gritos silentes que seamos felices por fin.
 

Somos transparentes…

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