Dejó de girar la tierra y no oscilaron las
mareas,
los vientos callaron y las estrellas se
apagaron
mientras los pájaros dejaron de cantar y volar
y las flores solas su fragancia natural
perdieron...
Se derritieron las nieves eternas y los
glaciares,
y no se escucharon más risas en los jardines y
plazas,
se opacaron los cielos y estáticas las nubes
lloraron
mientras mojaban de llanto las calles y las
casas...
No tañeron como siempre las campanas
eclesiásticas
y las ciudades se paralizaron como en las
guerras,
las penas y alegrías no se lloraron ni rieron
más
y los campesinos ya no cultivaron más sus
tierras...
Los aviones no despegaron, los trenes no
salieron,
las ideas no surgieron y los creativos no
crearon,
callaron todos los cantantes, coros y orquestas
y las canciones en todo el planeta ya no
sonaron ...
Y yo quede absorto en este limbo del tiempo
vacío
en el que no se oye, ni se siente, ni se ve
nada,
vacío y hueco como el espacio desértico,
abandonado,
inicuo, solo, indiferente, inerte,
insustancial...
...y todo esto porque hoy no pude escuchar tu
voz.
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